85.MUNE

Concurso Casa Jóven Neruda
Sin distinción

SIN PUREZA
La no existencia de piezas físicas que exhibir se ha interpretado como una condición a favor. Así, por sobre la revisión nostálgica de reliquias de valor dudoso lo que se propone es que el museo sirva para construir nuevos relatos que contemplen fragmentos de la obra del poeta y del territorio que lo vio crecer, pero también otros que le toman la posta, de nuevos poetas y artistas que lo suceden y de la realidad contemporánea del la que fue su tierra. Es decir, la posibilidad de conversación de su historia con el presente.
Para albergar estas conversaciones se ha dispuesto que el área principal de muestra se desarrolle de forma de que no se agote a golpe de vista, pero que deba ser recorrida para ser aprehendida, lo que define su figura.
Como muestra principal, por sobre la idea de la grandes obras maestras, la figura de la colección ha permitido entender las diferentes creaciones, artísticas y artesanales, como parte de un sistema cultural, al cual responden y ante el cual cobran sentido. Esta constelación mutable de elementos fragmentarios constituirá la memoria viva del poeta.

LA MUESTRA
La sala, hecha un poco a tiras, a cabidas de aire de diferente profundidad y altura, pero aún así continua, se ha querido evitar que la muestra pudiese ser aprehendida de un sólo golpe o que pudiera ser agortada aún antes de entrar en ella y visitarla.
La ubicación la sala de exhibición en el primer nivel ha permitido desarrollar áreas de doble y triple altura comprendidas dentro del espacio continuo de muestra, aprovechando la cabida completa que la norma del sitio permite considerar.
En el caso de las áreas de triple altura, se han incorporado lucanas de forma de permitir que la luz natural cualifique las mismas y matice su lectura durante el desarrollo del día.
La morfología continua, pero accidentada de la sala hace de esta un lugar con carácter propio capaz de ser comprendida tanto como un todo continuo como uno conformado por partes. Esta cualidad que la hace poco aprehensible permite que en la medida que la muestra cambia los visitantes puedan tener también una experiencia distinta en cada una de sus visitas al museo.
El área principal de exposición se ha complementado con dos lugares menores de muestra: una vitrina que permite una exposición directa en relación con la calle y una pequeña sala de exhibición en el segundo nivel destinada a muestras temporales.
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SISTEMA ESTRUCTURAL
El sistema estructural planteado para el edificio se ha adecuado a los requerimientos desprendidos de la propuesta para la muestra.
El sitio del proyecto se ha abordado como una única gran reserva de aire derivada del vacío que el predio, aplicando sus posibilidades normativas, entrega. La administración de este vacío se realiza mediante un sistema de vigas apiladas de hormigón armado que permiten mantener parte de este aire original, para dar lugar a la muestra, y obtener a la vez lugares menores, para desarrollar el programa de apoyo.
Esta estrategia, a la vez simple y lógica, ha permitido modelar el área de muestra de forma de mantener su presencia a través del conjunto completo del museo.
En términos mecánicos, cada uno de los muros-viga funciona como una viga de reparto conduce los esfuerzos a los puntos de cruce entre elementos, lo que permite organizar las plantas como situaciones autónomas, entregando diversidad al conjunto.
En tanto los elementos verticales en este sistema son portantes, la continuidad de los mismos debe ser mantenida casi sin excepción, siendo las aperturas que relacionan la sala principal con las otras áreas del museo  ser controladas y tratadas como hechos puntuales.
Dada la cualidad particular del sistema utilizado se ha trabajado con un predimiensionamiento de 20cm. de espesor para todos los elementos estructurales.

PROGRAMA Y SUPERFICIE
La organización del programa se ha resuelto bajo un criterio simple que distingue tres áreas de uso, organizadas por niveles: las de acceso público relacionadas a la muestra, las de uso complementario y las de uso privado.
Esta estratificación, eminentemente funcional, permite la operación del Museo como si se tratara de un sistema de partes con autonomía de operación, pudiendo ser utilizadas algunas de ellas mientras el resto permanecen cerradas.
Para el primer nivel esta distinción permite la utilización de la sala de muestra para usos complementarios a los del Museo, mediante eventos culturales temporales (como premiaciones, charlas o lanzamientos de libros), lo que permite hacer sostenible su operación en términos de gestión.
En el segundo nivel se han mantenido las áreas complementarias como la sala de souvenirs, la sala multiuso, una sala secundaria de exposición, el archivo y el café. Todos estos pensados como destinos para usuarios que puedan visitar cotidianamente el museo.
Finalmente, en el tercer nivel, se han dispuesto las áreas de uso administrativo y de instalaciones, a las cuales se les ha otorgado autonomía de funcionamiento dada la naturaleza privada de su operación.
Mediante la organización cuidada del programa se ha mantenido la superficie.

SISTEMA DE CIRCULACIÓN
Dada la escala del museo y la clara distribución propuesta para el desarrollo del programa se ha resuelto la circulación entre niveles con un único núcleo de circulación.
La ubicación de este núcleo junto al acceso y de forma anexa a las áreas de desarrollo del programa hace posible mantener la autonomía de operación entre éstas.   
En la sala de exhibición se ha privilegiado que el recorrido se desarrolle como un circuito a través del cual ir descubriendo la muestra de forma de no agotar la experiencia de la sala en un sólo golpe de vista.

SOBRE LA COLECCIÓN
En la genealogía de la colección, que deriva luego en la institución del museo, es posible distinguir una breve secuencia de antecedentes que prefiguran su origen como aparato de muestra y de estudio.
Los wunderkammer durante los siglos XVI y XVII, cámaras de curiosidades, son quizá el antecedente más concreto de la materialización una colección.
Estas salas daban cabida a la variedad de de intereses específicos de sus dueños, como es el caso, por ejemplo, del naturalista holandés Ole Worm, que coleccionaba esqueletos de animales de diferentes partes del mundo, o el del arquitecto inglés John Soane, que debía parte importante de su formación a sus grandes viajes por Europa y que en su casa-museo coleccionaba fragmentos arqueológicos de sus visitas.
Lo que parece relevante de estos casos no es la característica acumulativa de sus ejercicios, pero más bien que las colecciones de las que se hacían eran fundamentalmente el material de una práctica, que a su vez no era necesariamente ni el origen ni el fin de la misma.
En que el museo sea una institución viva, residencia de una práctica y no un depósito de reliquias, radicará el éxito del mismo.
Bajo este prisma la figura del director-curador como creador de contenido es fundamental en tanto el valor de la muestra no radicará en la mera acumulación de artefactos y/o imágenes dispuestas las unas junto a las otras, pero en la creación de contenido que al reunirla surja.
Es fundamentalmente esta característica, la creación de contenido en relación con un medio, la que distancia al museo como artefacto cultural que cumple un rol para con la comunidad de una localidad, de la del destino turístico para los visitantes de la misma.


Colaborador : Antonio Henríquez - Alejandro Satt
Año de Proyecto : 2024
Superficie de Proyecto : 6.000m2